Ha comenzado un nuevo año, y con él llegan todos los propósitos de mejorar en muchos aspectos de nuestra vida y la ilusión por cumplir los retos que nos vamos a marcar.
Entre esto deseos, muy a menudo se encuentran los relacionados con la salud, como dejar de fumar, perder peso o realizar más ejercicio físico ( o algo…).
Los gimnasios se llenan en esta época y se comienzan todo tipo de dietas para bajar esos kilos que hemos ido acumulando, en muchos casos desde las vacaciones de verano!!
Pero… ¿qué ocurre a la gran mayoría? Pues que dentro de un año, en enero de 2016, estaremos planteando los mismos retos, los mismos propósitos y las mismas metas, porque, entre otros motivos, no habremos cambiado nuestros hábitos, que es lo que realmente hay que hacer, no repetir la misma jugada cada año, porque está claro que no funciona, o al menos, no es lo más saludable.
Hablemos de las dietas; un régimen no es algo temporal, es decir, un período de sufrimiento que, tras superarlo, nos permite volver a nuestras malas prácticas alimentarias, a comer lo que nos plazca sin engordar y sin realizar ejercicio físico (porque recordemos que los gimnasios se quedan con la mitad de clientes en cuestión de semanas).
Las dietas drásticas que sólo se siguen durante un tiempo y sin reeducación, pueden tener cierto éxito a corto plazo o incluso no tenerlo, a pesar del empeño que ponen muchos “fundadores de dietas milagro”, que de fundadores tienen bien poro, ya que se limitan a modificar el nombre a las mismas tonterías de años atrás.
Por esta razón, este año no te voy a dar una lista de consejos a seguir para recuperar rápidamente tu figura, porque ya sabes que tienes que beber agua, hacer 5 comidas al día, aumentar el consumo de fruta y verdura evitar grasas y azúcares, bla bla bla…
Lo que te voy a proponer es lo siguiente; cambia tus hábitos de una vez, pero de forma definitiva, realiza ejercicio todas las semanas del año, no ahora y cuando veas asomar el sol de la primavera, no te hinches a beber agua durante este mes, hazlo de forma moderada y siempre. Realiza un cambio permanente en tu alimentación, ya que lo que hacías hasta ahora no ha funcionado, realiza un giro en tus costumbres alimentarias, escoge el camino constante que no te haga retroceder a lo de siempre.
Y si quieres realizar una dieta para perder peso porque te sobran unos kilos de turrón, sí te voy a proponer cuatro claves:
Compromiso: es fundamental ser sincero con uno mismo y comprometerse a realizar los cambios necesarios.
Reestructuración: si hasta ahora no ha funcionado quiere decir que hay que realizar cambios y modificar nuestros hábitos actuales.
Objetivos: debemos marcarnos metas a corto plazo, por ejemplo, cada semana, y siempre este objetivo debe ser saludable y alcanzable.
Mantenimiento: si tras lograr el objetivo no seguimos haciendo el esfuerzo, volveremos a los hábitos inadecuados y provocaremos el riesgo de perder todo lo conseguido.
Que el próximo año las dietas y los gimnasios no sean los propósitos de año nuevo, sino el la continuación de nuestra rutina diaria.