UN MAL PASAJERO
El yayo Tasio se levantó con una sensación extraña. Por primera vez en muchos días no le dolía el páncreas, los tobillos se le habían deshinchado y hasta pudo sorber sin problemas el aire de la mañana para llenar sus marchitos pulmones. Descorrió la persiana y le inundó el sol. Los rayos recorrieron su piel […]