Una ayuda, por favor
Iba a casa del yayo a visitarle cuando fue Tasio el que se topó conmigo. No me lo pude creer cuando, paseando por Portales, di con el abuelo a la puerta de La Redonda. Estaba encorvado, exhibía cara de lástima y se abrigaba con la chaqueta más raída de su armario. Asía un cestillo roñoso […]