Patología múltiple
Acudo a casa del yayo Tasio para certificar que no ha optado por morirse siguiendo la fórmula japonesa de ahorro máximo y le encuentro en plena tiritona. Le suda la nuca, los dientes le chirrían, las rodillas flaquean. Me sosiego al comprobar que sus constantes vitales están en orden, y es él mismo quien musita […]