Cajas negras
Andreas Lubitz era una persona normal. Muy agradable, alegre y educado, como suelen describir sus vecinos a cualquier homicida después de una masacre. Uno de tantos jóvenes aficionado al deporte, extrovertido pero reservado. Un triunfador de cara limpia y currículum envidiable como piloto precoz al que un día, sin saber por qué, un click en […]