Dos en uno
Rosa María llegó a su casa y encendió la tele. Seguramente se puso cómoda, abrió una cervecita y empezó a practicar ese deporte tan ibérico consistente en despotricar en la intimidad del salón contra los comentaristas de algún debate cuando lo que dicen no coinciden con nuestra postura. A Rosa María no le bastó desfogarse […]