Viejos amigos
Entro en casa del yayo Tasio y le noto más extraño que de costumbre. Inclinado sobre la mesa camilla que preside el salón, aprieta un bolígrafo con el que despliega a paso de burra su caligrafía temblorosa sobre un papel en blanco. Al lado, un sobre y un sello. Me informa de que se trata [...]