Demasiados gritos, demasiados exabruptos, demasiados oídos sordos. Ese es el territorio cotidiano en el que ha instalado la vida pública. Una tensión insana en la que no es posible saber si pesa más la ignorancia o la maldad. Si los hechos históricos no me sirven como soporte político, se cambian y punto. Algún día algunos […]