“Tenemos el mundo en nuestras manos”.
Podemos marcar estrategias para cambiar un mal hábito.
Casi la mitad de las cosas se hacen en piloto automático. Antes de nada, piensa en un mal hábito que te apetece cambiar. No digas “nunca volveré a hacerlo”, dado que está demostrado que si lo dices, hay posibilidad de que vuelvas a hacerlo.
Aquí te paso algunos trucos:
1. Apunta cada vez que aparece el hábito durante una semana.
2. ¿Qué contexto acompaña a tu hábito? ¿En qué circunstancias surge dicho hábito?
3. Reemplazar el hábito malo por el hábito bueno. Así será más fácil. Puedes conseguirlo a través de la Técnica del “Si…. entonces“.
Por ejemplo, si veo demasiado la televisión, entonces podría buscar otras opciones (ir a hacer deporte, llamar a amigos,…).
En dos meses, el cerebro aprenderá nuevas costumbres y deshará los hábitos anteriores. Es mejor ponerte pequeñas metas y realistas.
“Debes entrenar tu mente y date recompensas ante cualquier logro que consigas”.