Nos encontramos miles de situaciones cotidianas en las que la gestión de nuestras emociones es básica, si queremos actuar correctamente y no dañar al otro.
Hay varias habilidades que debemos desarrollar emocionalmente y que nos ayudarán a relacionarnos mejor con los demás:
1. Conocer los sentimientos propios:
Si somos capaces de conocer y definir nuestros sentimientos, podremos saber la intensidad de nuestras emociones y analizar el modo en que te afectan a ti y les afectan a los demás.
2. Ser empático:
¿Sabes reconocer los sentimientos de las demás personas? ¿Eres capaz de entender por qué los demás se sienten de determinada forma? Si analizamos las situaciones y definimos cómo se sienten los demás, estaremos más cerca de una comunicación efectiva.
3. Manejar nuestras emociones:
Debemos afirmar nuestros sentimientos positivos y saber gestionar los negativos, para así comportarnos adecuadamente, sin herir a nadie.
4. Reparar el daño emocional:
La capacidad de reconocer los errores y pedir perdón, será básica si queremos aprender a vivir en sociedad y nos queremos comunicar adecuadamente. La madurez a la hora de resolver los conflictos, así como las habilidades comunicativas, pueden trabajarse y es un esfuerzo que debemos hacer cada día para mejorar nuestra convivencia.
5. Combinar todas las habilidades anteriores:
Cuando ya tenemos adquiridas dichas habilidades, podemos llegar a desarrollar una habilidad denominada “interactividad emocional” en la que podemos llegar a sintonizar con los sentimientos de los demás y sentir sus estados emocionales.
“Todo depende de nosotros mismos y de las ganas que tengamos de facilitar las relaciones con los demás”.
¡¡¡ Sé el protagonista de tu vida !!!