SI YO TUVIERA MI VIDA PARA VIVIRLA DE NUEVO por Erma Bombeck
Me hubiera ido a la cama cuando estaba enferma en vez de creer que la tierra se detendría si yo no estaba en ella el día siguiente.
Hubiera encendido la vela rosada antes de que se derritiera guardada en el armario.
Habría invitado a mis amigos a cenar sin importarme la suciedad de la alfombra y el sofá desordenado.
Habría comido las palomitas de maíz en el “salón de las visitas” y me habría preocupado menos del engorro que suponía cuando alguien quería encender el fuego en la chimenea.
Habría dado mi tiempo para escuchar a mi abuelo divagando sobre su juventud.
Habría compartido más el día a día con mi marido que con la oficina.
Me habría sentado en el prado sin importar las manchas de la hierba.
Habría llorado y reído menos viendo televisión y más mientras vivía la vida.
En lugar de evitar los malestares de los nueve meses de embarazo, habría atesorado cada momento y comprendido que la maravilla que crecía dentro de mí, era mi única oportunidad en la vida de asistir a Dios en un milagro.
Cuando mis hijos me besasen impetuosamente, nunca habría dicho “cuidado, estoy ocupada, ahora ve y lávate para la cena”, hubiera habido más “te quiero” y más “lo siento”.
Pero, sobre todo, quiero darle otra oportunidad a la vida, quiero aprovechar cada minuto.
Mirar las cosas y realmente verlas… vivirlas y nunca volver atrás.
¡DEJAR DE PREOCUPARME POR LAS COSAS PEQUEÑAS Y COMENZAR A PREOCUPARME POR LAS COSAS BELLAS QUE SI IMPORTAN!!!
No te preocupes sobre a quién no le agradas, quién tiene más o quien hace qué, en lugar de eso, atesoremos las relaciones que tenemos con aquellos que de verdad nos quieren.
GanasdeVivir
Psicología y Desarrollo Personal
Colegiada en COP La Rioja
ganasdevivir@cop.es