Para transmitir valores y para fomentar la confianza en nuestras familias, debemos potenciar la comunicación y desarrollar una relación más sana.
De cara a prevenir potenciales problemas futuros y para mejorar nuestras habilidades interpersonales, debemos apostar por la creación de entornos seguros para mejorar la comunicación.
Según las características personales y familiares, debemos utilizar estrategias diferentes. Juegos, actividades culturales, planes conjuntos y así, la comunicación irá mejorando poco a poco.
A través del juego, aprendemos a escuchar, a respetar turnos y a conocernos un poco más.
Cocinar, hacer deporte, tocar instrumentos, así como diferentes planteamientos lúdicos, nos pueden llevar a mejorar el clima en nuestras casas.
Es importante buscar momentos y generar espacios de tranquilidad, para así poder afrontar la comunicación de una forma más positiva.
Cada familia es diferente, pero todos tenemos un reto común: “comunicarnos mejor”.
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