¿Quieres calmar tu mente, reducir tu tensión física y aliviar la ansiedad y la depresión?
Cuando una persona puede relajarse, se siente mejor, tiene mejor aspecto, se gusta más y se lleva mejor con quienes le rodean.
Lo importante es ver dentro de las posibles formas de relajarse, cuáles son las que más se adaptan a tu personalidad.
* Respirar es imprescindible para vivir, por lo que debemos tomar conciencia de que técnicas de relajación relacionadas con la respiración, pueden ayudarnos a conseguir la relajación.
* Hay que aprender a vivir el momento, abandonar la ansiedad y entregarse a los instantes de pacífica reflexión y respiración.
* Calmar la mente es un paso necesario para liberar el estrés.
* Podemos buscar un refugio real o ficticio para sentirnos cómodos, y así en cualquier momento, cuando estemos nerviosos, podemos visualizar dicho refugio.
* Escribir autoafirmaciones positivas, puede ayudarnos a prepararnos para una situación y así abordar la preocupación.
“No tengo que preocuparme”, “Todo saldrá bien”, “Ve paso a paso”, “Pronto acabará”, … son algunas de las autoafirmaciones positivas.
Una de las últimas pautas, sería mejorar el estado de ánimo y practicar la gratitud.
“Me acepto a mí mismo, tanto si pasan cosas buenas como malas.
Me desapego de los deberes, dudas y preocupaciones.
Sólo soy un ser humano y acepto mi naturaleza humana.
Respiro, siento, lo hago lo mejor que puedo”.