En ocasiones, sentimos que hemos perdido el rumbo de nuestras vidas. Es ahí, donde debemos ser rápidos para no desorientarnos y retomar nuestro camino.
Hay determinadas señales que nos hacen sentir que estamos perdidos, como por ejemplo, no tener un criterio definido u opinión propia, dado que nos dejaremos llevar siempre por la opinión de los demás y es muy peligroso.
Fomentar el pensamiento crítico desde la infancia y apoyar a todo el mundo para que exprese su opinión asertivamente, será clave si queremos educar a personas con un criterio propio y que sean capaces de tomar sus propias decisiones.
Depender siempre de la aprobación de los demás, también es un punto que debemos cambiar, dado que si no somos capaces de valorarnos a nosotros mismos, es problemático porque siempre estaremos supeditados a la opinión y al criterio de los demás. Tener autoestima es básico para relacionarnos adecuadamente tanto a nivel intrapersonal como interpersonal.
Al apoyar programas de Inteligencia Emocional en las aulas, podremos ir educando a nuestros niños a quererse, controlarse, motivarse y a relacionarse mucho mejor.
Debemos ponernos metas que sean realistas pero que te supongan un pequeño reto para tener un aliciente en tu vida. Es de gran importancia valorar nuestras ideas sin depender siempre de la aceptación de los demás, dado que se enlazará directamente con la zona de confort, porque la validación de los demás será imprescindible. Craso error debido a que debemos ser los protagonistas principales de nuestra vida.
Y por último, la motivación y las ganas, son imprescindibles para afrontar cualquier reto en nuestra vida. Deben ser motores de nuestra vida e impulsarnos para ir cumpliendo nuestras metas.
“Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro”. Albert Einstein.