Desarrollar nuestra paciencia y saber esperar de una forma serena, son retos que debemos tener día a día para afrontar los días de mejor manera.
En ocasiones, queremos todo para “ya” y es un problema, dado que hay que saber valorar el propio proceso y no enfocarnos solo en el resultado.
Vivir siempre con la sensación de impaciencia, nos generará insatisfacción y malestar cada situación.
Preparar un proyecto, estudiar, … o cualquier otro reto que requiera tiempo, requiere mucha paciencia y para ello, podemos seguir unas pautas que nos harán mejorar.
¿Cómo desarrollar nuestra paciencia?
*Conocer nuestras emociones y pensamientos ante estímulos diversos.
*Gestionar mejor nuestro estrés y nuestras reacciones ante las diferentes situaciones.
*Reconocer los momentos que nos generan más impaciencia o las personas que hacen que actúes de modo más impulsivo sin pensar.
*Marcar nuestros objetivos y priorizar.
*Entender que todo no lo podemos tener controlado.
*Pensar más las cosas antes de decidir.
*Escuchar antes de hablar.
Aunque resulte complicado, hay que aceptar que las cosas no pasan cuando nosotros queremos sino cuando su ritmo determinado.
Para conseguir nuestros retos, gestionar mejor el estrés y mejorar nuestras relaciones interpersonales, la paciencia es imprescindible.
“Lo que no puedes evitar, hay que tratarlo con paciencia” (Horacio)