¿Y si aprendemos a respirar mejor?
Cuando se produce estrés necesitamos más oxígeno, por lo tanto, la respirar se acelera.
Pero para oxigenarnos correctamente, hay que aumentar la cantidad de aire que tomamos y no solo respirar más rápidamente.
Una respiración superficial es aquella en la que se llena únicamente un tercio de los pulmones con aire.
Si necesitamos más oxígeno e intentamos conseguirlo con respiraciones superficiales rápidas, acabamos jadeando y aumentando la sensación de estrés.
Así que, cuando nos sentimos nerviosos, es muy útil para recuperar la calma y favorecer la fase de recuperación volver a respirar profundamente.
¿Qué pasos podemos seguir?
*Siéntate con la espalda recta
*Pon una mano suavemente en el abdomen y otra en el pecho, toma un poco de aire, sin forzarte.
*Empieza a soltar el aire poco a poco por la boca.
*Toma el aire por la nariz y no hagas nada más, notarás que se hincha tanto tu pecho como el abdomen.
*Repite la operación de sacar todo el aire y volverlo a tomar.
Escuela GanasdeVivir
Psicología / Desarrollo Personal / RRHH
Psicóloga Colegiada en COP La Rioja
COP (Colegio Oficial de Psicólogos)
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