Es importante analizar la importancia de transmitir valores en los primeros años de vida, pero también adquiere gran relevancia, el hecho de hablar de Educación Emocional en las aulas. Los niños tienen que aprender a conocer y gestionar sus emociones así como saber reconocer las ajenas, dado que para su día a día, será básico para relacionarse adecuadamente.
Las emociones de los niños son intensas y es importante, ayudarles a gestionar correctamente cada situación.
Debemos intentar que den nombre a cada emoción a través de tarjetas, juegos o cuentos. Si saben detectar las emociones de los demás, sabrán desenvolverse en sociedad de forma más adaptada. Todos estos aspectos, se trabajan de modo diferente según las edades, pero está claro que el adulto será quien guíe dicho reconocimiento a través de diferentes formatos: juegos, películas, cuentos, imágenes de revistas o cualquier apoyo que nos sirva para que los niños se acerquen al mundo de las emociones.
Somos un ejemplo para los niños, por lo cual, tenemos mucha responsabilidad y debemos ser conscientes de que transmitimos más a través de nuestras acciones que de nuestras palabras. Seremos un pilar básico en su educación emocional.
Ser empáticos con ellos también será importante, si queremos que ellos a su vez, lo sean en su ambiente con amigos, familia o entorno en general. Debemos alabar sus puntos positivos dado que reforzarles en dichos aspectos, harán potenciar sus cosas positivas y les hará ser conscientes de lo que deben repetir en su día a día.
Estoy segura de que si en nuestras aulas potenciáramos la gestión de las emociones, los niños serían más hábiles social y personalmente y podrían ser futuros líderes en sus entornos.
Me parece un mundo apasionante dado que conocerse, controlarse, motivarse y relacionarse correctamente, son puntales básicos que les ayudarán en su vida personal, profesional y social.
Gracias por vuestra atención !!!