Hace tiempo que os debo unas sugerencias sobre cómo empezar a meditar para aquellos que los nervios no os dejan estar sentados y quietos observando la respiración. Además éstas sirven para cualquiera que se haya hecho la pregunta ¿cómo calmar la mente sin añadir una tarea más a nuestras agendas?
Cualquier actividad que consiga aquietar la mente un poco y nos refresque, puede ser una práctica meditativa. Por tanto, la tele, por ejemplo, no lo es porque, al dejarnos embobados, nos distrae de nuestros pensamientos y preocupaciones pero no nos deja la mente más despejada y tampoco el cuerpo.
Cuando leas la siguiente lista verás que ¡ya haces meditación! pues seguramente encontrarás en ella uno de esos hobbies que te sientan bien. Observarás también que suelen ser prácticas físicas y repetitivas que requieren poca actividad intelectual y un grado elevado de concentración, pues para “pequeños saltamontes” como nosotros solamente conseguimos disminuir los pensamientos mediante algo externo que nos exija concentración. Conseguir esto fuera de estas actividades es mucho más complicado. Sin embargo, es lo que a casi todos nos gustaría conseguir ¿verdad? Si este es tu caso, anímate a investigar en la meditación y el mindfulnesss, cuidando por supuesto sus “peros”, que, como todo, los tiene.
En fin, ahí va el listado (no exhaustivo) con la intención de animarte a conservar, o incluso a aumentar, la periodicidad de esas actividades que te hacen bien, y a probar otras a ver qué tal.
Ejercicio físico: correr, bailar, taichi, yoga, nadar, escalada etc. hacen que tu atención esté en el movimiento y no en la mente.
Manualidades: por ejemplo en el ganchillo, si te distraes, te pierdes en la secuencia numérica.
Música: mientras tocamos un instrumento o cantamos, no hay espacio para nada más.
Arte: concentrarse y fluir es indispensable para crear, pintar, dibujar, esculpir, modelar…
Naturaleza: cuidar el huerto o el jardín, recolectar frutos en el bosque, observar pájaros, insectos o flores… hace que la atención se dirija a otros seres vivos, y que la intuición cobre protagonismo frente al intelecto.
Sexualidad y cualquier otra actividad que lleve la atención a lo sensitivo o al juego.
De todas maneras, también cualquier actividad diaria se puede realizar con actitud meditativa. El reto es: 1) regalarse la disciplina de hacerlo con alguna; y 2) también practicarlo, cuando te acuerdes, con cualquier otra. Yo por ejemplo siempre que me cepillo los dientes presto atención a qué siento en el cuerpo: cómo sujeto el cepillo, cómo muevo la mano, qué siento en las encías… sin intentar modificar nada, simplemente observando. Y cuando camino despacio me gusta sentir los pies; o cuando voy por la calle, noto la brisa, los diferentes sonidos, e incuso los olores, atendiendo a la sensación, no a lo que dice la mente.
En internet hay muchos ejercicios de mindfulness, (ejemplo, al lavar los platos) meditaciones en movimiento y aclaraciones teóricas sobre meditación en acción. Aquí sólo os he dejado una intro en estilo personal para los que no conozcáis este tema. Hasta la próxima navegantes!
***Mercedes García-Laso, tu psicólogo en Logroño, FB, Tw y Ln | Encuentra el tema que te interesa en índice de todos los Minimapas para Tormentas***