Esta palabreja está tan de moda que me preocupa que comience a provocarme urticaria. Más aun cuando para mí corresponde a una actitud fundamental en la vida. Pero como esto es un mini-mapa, dejo disquisiciones y reflexiones para otros lugares y esbozo un breve punto de partida;)
La actitud mindfulness (o atención plena) es una manera de estar en el mundo abierta a la experiencia de cada momento sin juzgarla y en contacto con uno mismo y con la vida.
Hay ya alta evidencia sobre sus beneficios para la salud tanto física como psicológica, creatividad, eficiencia, autoconsciencia y calidad de vida. Y por ejemplo, los empleados de Google comienzan la jornada con una práctica de 10 minutos.
Lo que pasa es que desarrollar en nosotros esta actitud requiere constancia. Pasa como con los abdominales: fácil de aprender los ejercicios, complicado de hacer con la regularidad necesaria para obtener resultados;)
Hay muchas lecturas con ejercicios y metáforas interesantes. Os dejo unos ejemplos para ojear en estas épocas ya veraniegas (no los he leído, ya que por mi pseudo-dislexia leo muy poco, pero personas en las que confío profesionalmente los recomiendan): Mindfulness en la vida cotidiana (Jon Kabat-Zinn); El viaje al ahora. Una guía sencilla para llevar la atención plena a nuestro día a día. (Jorge Barraca); Con Rumbo propio. Responder a situaciones de crisis (Martín Asuer)
En todo caso, el mindfulness hay que saborearlo así que finalizo este post invitandoos a experimentar unos pocos minutos en los que “pase lo que pase, todo está bien”:
-Programa la alarma (la primera vez con un par de minutos es suficiente)
-Siéntate recto, no rígido, y respira profundamente dos o tres veces;
-Centra la atención en sentir cómo entra y sale el aire por las fosas nasales, sin intentar modificar la respiración, sólo observa. Y vete contando las espiraciones de 1 a 21 y vuelta a empezar.
-Si te distraes con pensamientos y te pierdes… NO PASA NADA, vuelves a sentir la entrada y salida de aire y a contar por el uno.
-Los pensamientos y sensaciones vienen y se van, y tu atención en las fosas nasales.
-Al terminar agradécete este tiempo dedicado a ti, a simplemente estar, sin objetivos ni expectativas. Unos minutos de sólo observar… observando incluso los juicios que aparecen, como las olas en el mar.
-Si te animas puedes probar, por ejemplo, con cinco minutos antes de desayunar cada mañana durante una semana. El asociarlo a alguna actividad ayuda a incluirlo en la rutina diaria (como lavarse los dientes, que ya uno no se pregunta si hoy lo hace o no), y es recomendable evitar el rato de después de las comidas por la somnolencia.
En posteriores post os indicaré ejercicios para que los más nerviosos empecéis por ellos. Hasta entonces, y para todos, una última sugerencia: redescubrid los sentidos!
***Mercedes García-Laso, tu psicólogo en Logroño, FB, Tw y Ln | Encuentra el tema que te interesa en índice de todos los Minimapas para Tormentas***