¿Conocen el chiste del urbanita que tiene asfixiado a un pastor a preguntas sobre su rebaño, que si dan mucha leche, que si comen mucho, que si le rentan bien? Ya veo que alguno no. Para ellos va.
Un hombre de ciudad paseando por el campo se encuentra a un pastor con el que entra en conversación…
– Buenos días, ¿qué… le rentan mucho las ovejas?
– ¿Cuáles, las blancas o las negras?
– No sé, no… digamos… las blancas.
– Las blancas este año me han ido bien.
– ¿Y las negras?
– También.
El urbanita, que en el fondo le importan poco las ovejas, pero un poco desconcertado por la respuesta, se decide con otra pregunta:
– ¿Comen mucho estas ovejas?
– ¿Cuáles, las blancas o las negras?
– Pues las negras
– Sí bastante, cuando hay buen pasto.
– ¿Y las blancas?
– También
– ¿Cuánta leche le dan estas ovejas al día?
– ¿Cuáles, las blancas o las negras?
– No sé, ehhh.. las negras.
– Las negras entre 2 y 3 litros
– ¿Y las blancas?
– También.
El de ciudad que no entendía nada, pregunta finalmente:
– ¿Por qué siempre me dice que si las blancas o las negras?
– Es que las negras son mías.
– ¿Y las blancas?
– También
Bueno, ahora extrapolemos esto al mundo del vino.
Estamos, por ejemplo, en “La Fonsagrada” un paraje con tierras en San Vicente de la Sonsierra (Rioja Alta) y Labastida (Rioja Alavesa). Es habitual que un viticultor de uno u otro pueblo tenga viñedos a ambos lados de las mugas de las dos provincias, La Rioja y Álava, incluso que alguno de sus viñedos esté partido por la frontera administrativa.
Ahora imagínense que un “político al uso” se deja caer por la zona en su afán de hacer campaña electoral y trata de entablar conversación con un viticultor que, justo en el límite de provincia, ese día está podando su viña. A poco que el político se ponga un poco pesado y se le vea el plumero nacionalista (me da igual de un lado que del otro), el viticultor riojano podría responder en la misma línea que el pastor del chiste. Pero, ¡no!, probablemente la respuesta sería algo parecida a esta:
“¡que chorra más da las de un “lau” que las del otro!”
Y es que, la política que de verdad le interesa a la gente es la política económica.
Se equivocan los que creen que el “asunto Artadi” o lo de una Denominación para los vinos riojanoalaveses es una cuestión meramente política (en el sentido que la gente entiende por esta palabra). Van también por el camino equivocado los que contribuyen a reducirlo todo a un problema de nombres.
Y ahora saliendo al paso de lo publicado en algún medio de comunicación:
La información que aparece en algunos medios confirma que la vieja táctica de desacreditar al otro (no digo al oponente) poniendo etiquetas sigue en plena vigencia.
El periódico en el que escribo habitualmente, “Diario La Rioja”, nunca ha censurado ni una sola coma de mis publicaciones, lo mismo en el formato papel como en el digital. Menos en el bloc “hablando de vino”, en el que yo publico cuando quiero y como quiero y en el que se pueden ver post que no son precisamente “amables” con el sistema. Ni una sola vez he recibido críticas y menos aún indicaciones, por parte de nadie, sobre la línea editorial a seguir y menos aún de las grandes bodegas o de partido político alguno. El que piense lo contrario es que o no lee mi bloc, o si lo lee no se entera “de la misa la media”.
Lo que en los próximos meses está en juego es la supervivencia de un modelo de calidad que, por sus mayores costes de producción, difícilmente puede convivir, a no ser que se cambien las reglas de juego, con un modelo productivista. Es en defensa de un modelo de calidad sostenible para Rioja por lo que escribo. Es este mi único compromiso. La satisfacción por la contribución a este fin, mi única recompensa.
No confundamos más al lector (y al consumidor), que bastante lo está, y hablemos de viticultura, de enología, de sostenibilidad, de calidad, de cómo vender más y mejor, del futuro de nuestra región Rioja y de nuestros hijos, enseñemos a apreciar el vino y a beber con moderación.
Pero, por favor, desenrosquemonos un par de vueltas la txapela, o la boina (esto va dirigido a los de uno y otro lado), que me temo que a alguno le tapa los ojos y oprime el cerebro, impidiéndole ver y pensar con Libertad.