Antaño cuando se trabajaba con animales en el campo era habitual colocarles orejeras. Estos accesorios se sujetaban con las orejas e impedían que la caballería viera más allá de lo que tenía enfrente y así evitar que nada le distrajera en su trabajo.
¿Qué nos pasa a todos que no somos capaces de ver más allá de nuestras narices? ¿Es que no aprendemos nada? ¿Por qué no aprovechamos nuestra experiencia para construir y avanzar? ¿Qué hace que seamos tan inflexibles? Parece que hemos nacido ayer, nos apalanquemos en nuestro puntos de vista y nos negamos a cualquier cambio, mientras, el mundo de hoy no tiene nada que ver con el de hace apenas unos años.
Esta introducción está escrita en un blog sobre vino, se refiere, por consiguiente, a la crisis que está viviendo Rioja, pero podría extenderse al momento político actual, o a nosotros mismos, a nuestras vidas.
Declaraciones del presidente del Consejo Regulador, escritos en la “Prensa del Rioja” con artículos con títulos y contenidos provocadores (me refiero al de Javier Pascual “Y mientras ellos ladran, Rioja cabalga”), políticos vascos que llaman a la ventanilla inadecuada, manipulaciones oportunistas de declaraciones de unos y de otros …todo, actuaciones que no hacen sino avivar la polémica, agrandar las diferencias y enturbiarnos la razón.
La realidad que vivimos ahora en Rioja no es nueva, situaciones similares se han vivido, aquí y en otros sitios. Aprendamos de los errores, de los aciertos, de los éxitos y los fracasos.
Y para muestra veamos en lo que se esta trabajando en otras áreas vitícolas del mundo:
La CSWA (California Sustainable Winegrowing Alliance) una organización que agrupa a unas 170.000 hectáreas (el 69% de la superficie de viñedo en California) y 14.000 miembros entre bodegas y viticultores, ha publicado un informe en la que muestra la amplísima adopción de prácticas sostenibles tanto en campo como en bodega en el ámbito americano al que el informe se refiere.
El manifiesto muestra el alto grado de implementación (en porcentajes del 80% y más) de prácticas en viña para el ahorro del agua, reducción de pesticidas, cuidado de la flora y fauna autóctona o defensa contra la erosión. Y, en bodega, referido a reciclado, minimización de residuos y efluentes, ahorro de energía, etc.
Se aprecia en el informe el fuerte compromiso del sector en defensa de la sostenibilidad que, paralelamente, la sociedad cada vez más requiere.
Mientras, en Rioja, ladrar sí, todos. Somos los “number one” ladrando. ¿Cabalgar? Unos más y otros menos. Visto lo visto, los más con orejeras.
Quitémonos las orejeras, seamos flexibles y avancemos. ¡Hay tantas cosas que hacer¡