El viaje a Tanzania en noviembre del 2011 dejó un gran poso en nosotros. Tanto que teníamos claro que íbamos a volver a África y que íbamos a volver a hacer un safari. Y cuanto más largo, mejor. Pero si Tanzania nos gustó, lo de Botsuana es bestial. La palabra que mejor puede definir un safari en ese país es sin duda ‘salvaje‘. No puedes sentirte más inmerso en la naturaleza ni disfrutar más de paisajes fascinantes. No hay forma de percibir de una forma más auténtica la soledad. Es difícil experimentar de modo más brutal lo que es buscar animales, en un entorno en el que no están especialmente acostumbrados a los humanos y en el que no eres para ellos absolutamente nada. Ni comida ni amenaza. Si no molestas, no existes.
Sinceramente, es casi imposible para mi describir lo que sientes al buscar un leopardo siguiendo sus huellas, al tomar un café a media mañana en mitad de una reserva natural con los elefantes a tan solo unos metros, al atravesar ríos rodeados de jirafas, al dormir escuchando las hienas a tu alrededor, al ver un león intentando cazar a un impala, al levantarte a las 4.30 de la madrugada con la emoción de no saber qué verás, al charlar alrededor de una hoguera bajo las estrellas sabiendo que los leones andan cerca, al ver un espectacular atardecer con hipopótamos que se confunden con el sol, al ver desde el aire el infinito paisaje del Delta del Okavango, al recorrer kilómetros y kilómetros sin cruzarte con un solo coche, población o persona…
Si estás pensando en ir a Botsuana (a Zambia y Zimbabwe pasamos solo a ver las Cataratas Victoria) estos son algunos de los consejos que debes tener en cuenta:
1. No es un viaje cómodo: Sin la menor duda, compensa. Pero un viaje a Botsuana no es un viaje a Namibia ni a Tanzania. A excepción del Parque Chobe, que se encuentra muy cerca de una población, el resto de los parques del norte del país están en mitad de la nada. Y con nada me refiero a nada. Hay algunos (muy pocos) lodges en mitad de Savuti, Moremi etc pero son impagables (600 euros por persona y noche en adelante), así que la mejor opción son los safaris móviles en tienda de campaña (y, ahora que lo he vivido, no lo cambiaría por un lodge por nada del mundo). Por otro lado, los madrugones son matadores, el calor (en octubre) entre las 10 AM y las 15PM es asfixiante, haces infinitas horas de 4×4 entre baches, ríos, dunas, barrizales… que te dejan destrozado… Si buscas un viaje relajado y para descansar, olvídalo.
2. Moneda: Allí usan pulas, pero puedes pagar en dólares sin ningún problema.
3. Idioma: Los oficiales son setsuana e inglés. Dominan los dos.
4. Visado: Desde junio del 2017 hay una nueva tasa de entrada a Botsuana de 30 dólares. Pero no la están cobrando. Los trámites se realizan allí directamente (con paciencia).
5. Vacunas: No es obligatoria ninguna, pero mejor si llevas las ‘básicas’ en regla, mejor. Recomendadas: Tétanos y Fiebre Amarilla
6. Comida: Básicamente arroz, verduras, pollo o cabra. Para acompañar, una masa de maíz llamada phaletshe.
7. Cómo moverse: No tiene nada que ver con los países de alrededor. En el momento en que entras en Savuti no hay ni una sola carretera ni camino. O eres un experto conduciendo 4×4 en condiciones bastante extremas, u olvídate de ir por tu cuenta. Hay gente que lo hace, con furgonetas que llevan la tienda de campaña en el techo, pero te enfrentas a ríos y dunas absolutamente todo el rato. Tú verás.
8. Alojamientos: Como he explicado arriba, hay pocos y caros. Es la apuesta turística del país, poco turismo y que se deje mucho dinero. Los safaris móviles son la mejor y más auténtica opción. Pero busca bien. Cada uno es diferente y no todos son igual de cómodos. Es muy importante elegir bien.
9. Cuándo ir: De noviembre a abril es la época de lluvias, y cuando resulta más complicado e incómodo ir, ya que las pistas de arena son trayectos fangosos casi intransitables. Además, el calor es infernal. De mayo a septiembre es la época seca y las temperaturas son muy frías al principio de la temporada (pueden incluso bajar de cero grados en la madrugada) y se van haciendo más agradables según pasan los meses. A principios de octubre caen fuertes lluvias acompañadas de tormentas, aunque nosotros no vimos ni una nube.
10. Qué llevar: (para octubre) Pantalones cortos y largos, colores poco chillones, alguna sudadera más gorda (a las 4.30 de la mañana hace fresquito) toallitas húmedas (entre el calor y la arena te sientes sucio todo el día), tapones si no quieres escuchar la naturaleza por la noche, zapatillas cómodas y alguna chancla atada, protector solar, repelente de mosquitos, sombrero, gafas de sol, prismáticos, linterna frontal, pequeño botiquín… Lo básico. (Aquí tienes más detalles sobre qué subir contigo al avión para un viaje largo y consejos sanitarios antes de viajar al extranjero)
11. Cómo llegar: Lo más cómodo es buscar un vuelo directo a Johanesburgo y desde allí hacer la conexión que más te guste. Nosotros aprovechamos y pasamos un día en Johanesburgo y al día siguiente volamos a Zambia para ver las Cataratas Victoria. Luego pasamos en coche a Zimbawue y de allí también en coche a Botsuana. (Más detalles en el siguiente post, con toda la ruta del viaje).
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