¿Qué es el ‘stock’?
Es una herramienta habitual en zonas como Champagna, muy condicionada por las incidencias climáticas, y también se está trabajando en otras regiones francesas para limitar los efectos de hipotéticas heladas o sequías que, con el cambio climático, son cada vez más comunes. En Rioja, hubo un precedente, en el año 2007, que fracasó al no regularse bien su desbloqueo.
¿Por qué ahora… de nuevo?
A la sobreproducción de la campaña del 2016, que dejó muchas uvas sin vendimiar de calidad, le siguió la del año pasado que, con una fuerte helada, provocó problemas de abastecimiento. La idea es contar con una ‘despensa’ para afrontar futuros problemas.
¿Por qué cualitativo?
Hay dos aspectos básicos que puede servir para la mejora de vinos. En primer lugar, la selección de uvas: algunas de las mejores uvas se quedan en el campo, ya que si el viticultor cubre la cartilla con los viñedos más productivos y más fáciles de vendimiar y las bodegas no pagan la diferencia por las viñas más viejas o de más difícil acceso, en ocasiones no se vendimian, sencillamente, porque no compensan los costes. Por otro lado, está la mejora de vinos:a diferencia del precedente del 2007, en esta ocasión el ‘stock’ tiene carácter individual. Es decir, si se ‘pica’ un depósito o un viticultor tiene una parcela con problemas sanitarios, por ejemplo, la bodega o el viticultor podrá calificar su propio ‘stock’ o parte de él para mejorar el producto o, sencillamente, porque es mejor el vino de una añada ‘stockada’ que de la siguiente.
¿Cómo se regula en mi cartilla?
uEl Consejo Regulador aprueba dos tipos de rendimientos: el amparado y el denominado de campaña. La diferencia entre ambos, de forma voluntaria, podrá ir a ‘stock’ con dos limitaciones principales: no podrá ser superior al 10% sobre el rendimiento amparado en un año (este año como máximo, por tanto, será del 8%) ni superior al 20% en tres años.
¿Cómo lo solicito?
Es automático. Si alguien no desea acogerse, viticultor o bodega, deberá renunciar expresamente antes del 30 de noviembre de cada campaña.
¿Qué pasa si no hago ‘stock’?
Si el viticultor tiene acuerdo con la bodega, podrá entregar también hasta el 118% de sus uvas y ésta elaborarla, pero ese 8% adicional deberá salir antes de la bodega como vino de mesa (como hasta ahora) antes del 31 de mayo del año siguiente. Asimismo, con carácter excepcional no habrá descalificación de producción hasta que no se pase del 125% en la entrada de uva en bodega. Eso sí, la diferencia sobre el 118% máximo de campaña se deberá destilar y acreditar que así se ha hecho, con lo que ‘las pasadas de frenada’ tienen coste económico.
¿Cómo hago si no tengo bodega?
La herramienta es muy útil para cooperativas, con capacidad para transformar la uva excedentaria de sus socios, y para la pequeña y mediana bodega con viñedo propio o pocos proveedores. Más difícil es para la gran bodega porque contrata con multitud de proveedores. En todo caso, la transformación, y conservación del ‘stock’, deberá pactarse individualmente entre bodega y proveedor, incluyendo el cálculo de costes y el beneficio de una hipotética calificación del vino. Así deberá reflejarse en los contratos obligatorios de pago por la uva.
¿Seguro agrario?
El ‘stock’ individual se concibe como una pequeña despensa, casi como un seguro agrario. Es decir, cada viticultor que se acoja dispondrá de una parte adicional de vino que podrá calificar de forma inmediata si a la siguiente cosecha, por ejemplo, no llega al rendimiento amparado por un pedrisco o cualquier otra cuestión. Es decir, hay desbloqueo individual (previsto) y permite afrontar con más garantías y tranquilidad la siguiente campaña. El desbloqueo individual se permite también para mejora de vinos (cualitativo).
El desbloqueo colectivo
Ha sido uno de los asuntos más espinosos de la negociación tras la experiencia del 2007, cuando grandes bodegas y cooperativas pidieron contraetiquetas de forma artificial antes de la fecha final del ‘stock’ (para bajar la ratio) y conseguir la calificación del vino. En esta ocasión, se fija una ratio de 2,80 (relación entre ventas y salidas) –a última hora se bajó del 2,85 que inicialmente se había previsto– como punto clave para el desbloqueo colectivo: si la ratio baja de ahí, se calificará vino de forma obligatoria del ‘stock’, aunque se hará en el porcentaje necesario, y prorrateado de todos los inscritos, para volver alcanzar ese 2,80. En el extremo opuesto, si la ratio supera el 3,05 no se calificarán de forma automática las reservas individuales, sino que el interesado deberá acreditar que tiene una merma por incidencia climática de al menos el 30% de su producción o presentar un acuerdo personal con la bodega de amparo.
¿Se pervierte el concepto de añada?
No. Los vinos ‘stockados’ podrán criarse y envejecerse como el resto, por lo que mantienen la añada. Además, el pliego de condiciones permite mezclar hasta un 15% de vinos de otras añadas, sin olvidar que hay una figura prevista (conjunto de varias cosechas) para etiquetar vinos de diferentes añadas.
¿Cuándo el vino tiene que abandonar el ‘stock’?
Si tres años después de la vendimia no se ha calificado una partida catalogada como ‘stock’, deberá abandonar la bodega el 31 de mayo del año siguiente, como toda aquella que se transformó y no se amparó ni se acogió al ‘stock’.
Sin destilación obligatoria
Uno de los puntos más conflictivos de la negociación ha sido el destino del ‘stock’ en caso de que no se calificase. De hecho, varias organizaciones proponían la obligatoriedad de destilación, pero la venta como vino de mesa, en dicho supuesto, cubre los costes de transformación de la uva en vino, por lo que ha sido un factor de peso. Es decir, sin esa oportunidad de salida al vino –la misma que tiene el vino que entra en bodega para quien no hace ‘stock’– no se hubiera aprobado.
Los viñedos singulares
No hay posibilidad de ‘stock’. Con cartilla independiente, el rendimiento máximo amparado por hectárea es de 5.000 kilos para uvas tinta y 6.992 kilos para uvas blancas. Serán los auténticos vinos ‘pata negra’ de Rioja.