Personas adultas con obesidad, en su mayoría mujeres, que necesitan para perder peso un menú elaborado por un profesional (o no…) vestido con bata blanca. Un menú estricto, poco atractivo, que probablemente haga pasar hambre; menú cuya fotocopia es válida para vecinas, amigas, cuñadas… hijos no, los hijos comen otras cosas, los hijos sirven de excusa para saltarse el menú en cuestión, pero este tema no es el que ahora me ocupa.
Éste es el perfil de paciente de un un Dietista-Nutricionista, entendido así por gran parte de la población; éste es el concepto que se posee del tipo de trabajo que desempeñamos en esta profesión.
“Oye, que yo no estoy gorda” es la respuesta que obtenemos en numerosas ocasiones tras recomendar una visita a nuestras consultas, seguramente por cualquier otro motivo diferente al peso corporal.
En la infancia, durante el período de menopausia, cuando se padece una enfermedad, en el deporte, el embarazo… muchas situaciones en la vida de cualquier persona pueden requerir la ayuda de un Dietista-Nutricionista.
Desde que nacemos, una de las actividades que más repetimos a lo largo de cada día es, precisamente, comer, por lo que cualquier momento de nuestro ciclo vital es susceptible de necesitar un asesoramiento nutricional.
Ayer mismo tuve que escuchar que a una de mis pacientes, embarazada de 8 semanas y que comenzó la gestación con un ligero sobrepeso, en su cita habitual de la seguridad social le recomendaban dejar a su Nutricionista, porque “ahora mismo no lo necesita, ya que tiene que comer de todo”
¿Cómo es posible que un sanitario, que se supone que está trabajando para velar por la salud de sus pacientes, recomiende dejar la ayuda de un profesional encargado de la educación nutricional de esta futura madre?
A falta de un mes de la manifestación que se producirá el 10 de mayo en Madrid para exigir nuestra presencia en la sanidad pública (no por capricho sino por una necesidad de prevención y educación), nos encontramos con que en atención primaria no sólo se excluye nuestro trabajo, sino que se desaconseja!!
Si cada vez que te sientas a la mesa o pruebas un bocado de cualquier alimento y te surge alguna duda sobre si lo estarás haciendo bien, si te conviene no, cuánto de saludable es ese plato, cual es la cantidad correcta, puede tu hijo comer lo mismo, te ayudará a rendir más en tu próxima carrera, cómo será tu digestión… pesar de no estar “gordo”, podrás obtener todas las respuestas en la consulta del Nutricionista, aunque sólo estemos para poner menús estrictos a señoras con sobrepeso…