RUMBO A BUCAREST
Ayer bajé de casa y me fui a Bucarest. No necesité cambiar moneda, renovar el pasaporte ni atravesar ninguna aduana. Madrugué un poco más de la cuenta y me planté allí en diez minutos. Bucarest es un modesto bar de barrio situado en ese ‘Viejo Logroño’ que cotiza a la baja ante el musculoso […]