Hoy toca reflexionar sobre una historia de Rumi que se llama “La casa de huéspedes“.
“Un ser humano es como una casa de huéspedes.
Cada mañana una nueva llegada.
Una alegría, una depresión, una mezquindad,
todos aparecen como visitantes inesperados.
¡Dales a todos la bienvenida!
Incluso si son una multitud de lamentaciones
que violentamente entran en tu casa y se llevan por delante
todos los muebles.
Aún así, trata a cada huésped con respeto.
El pensamiento sombrío, la vergüenza, la maldad,
recíbelos en la puerta riendo
e invítales a entrar.
Sé agradecido con quien venga
porque todos ellos han sido enviados
como una guía desde el más allá”.
Ahora toca reflexionar y ver cómo tanto lo bueno como lo malo, nos hace aprender.
“Las fortalezas están en nuestras diferencias,
no es nuestras similitudes” (Stephen Covey).