Lo llaman democracia (interna) y no lo es
Se veía venir. La división era tal que, tras el cambio en la portavocía, la ruptura total era cuestión de días. De ocho días exactamente. Luena ha roto definitivamente la baraja. ¿Consecuencias? Sólo el tiempo lo dirá. Los acontecimientos se han desencadenado más rápido que los plazos que se iba marcando el propio comité local. […]