El otro día estaba tumbado en la choza poniéndome ciego de daiquiris y acariciándole las tetas a una alumna buenorra cuando una imperiosa llamada del jefe Mondongo interrumpió mi trabajo de catedrático universitario. Deben ustedes saber que, con mis vivencias anteriores en Logroño, en las últimas elecciones autonómicas (¡hace ya cuatro años!), publiqué una tesis […]
Nadie pisa las calles de Logroño como Eduardo Gómez. Por su rincón pasa la vida diaria de los bares y restaurantes de la ciudad, con la mirada de un personaje único.